Estamos viviendo una etapa de la evolución donde se tratan de reflotar términos que parecían pertenecer a las fantasías de los soñadores y que salen a la luz, al ver la marcha de la Humanidad y los peligros que se ciernen sobre la misma, aunque los mismos parecen ser al momento actual, muchas veces palabras de discursos estudiados.

Se ha empezado a hablar de la Ética en la Economía, al haberse dado cuenta, quienes piensan y tienen juicio crítico, que cada día va aumentando el número de excluidos del sistema, que sienten una ira implacable e indisimulable contra quienes han diseñado esta forma agraviante hacia la condición humana, de coexistencia social excluyente.

Se nombran permanentemente los Recursos Humanos y los mismos son encarados desde ángulos totalmente diferentes. Para muchos, quizás los que tratan de mantener el statu quo, se trata de lo mismo que se ha hecho hasta ahora, y que es proveer de los elementos necesarios a la maquinaria social para su funcionamiento aceitado, sin fijarse en las condiciones de quienes quedan fuera del sistema, y sin intentar buscar los medios alternativos, para evitar seguir configurando la severa enfermedad en la sociedad mundial, para que esta sea apta para una convivencia más armónica.

Para una mejor comprensión y claridad del título "Recursos Humanos", creo imprescindible en primer lugar, conocer aquellas fuentes de las cuales se debieran extraer dichos recursos, así también como los parámetros con los cuales tendrían que ser seleccionados los mismos, y que habrán de instalarse en las esferas de las diferentes Instituciones o Estamentos que componen el Estado. Este es el que conduce los destinos de una Nación a todos los niveles de la misma, es decir, Municipal, Provincial o Nacional, así también como el conocimiento de la misma sociedad, que será la fuente tributaria desde donde se brindarán dichos recursos. De la sumatoria de los Recursos Nacionales y Regionales, en los aspectos humanos y naturales, podrán realizarse en un futuro, lo menos lejano posible, la obtención de dichos Recursos a nivel Mundial, lo cual significará una mayor armonía, comprensión y tolerancia entre todos los Países, en un mutuo respeto.

A partir de ese logro no serían necesarios tantos ejércitos, ni la fabricación de armamentos cada vez más sofisticados y destructivos, para defender fronteras y territorios, y se podría vivir en Paz, en una armonía de naciones (como tantas veces han ocurrido intentos de manera frustrante, al conformarse Sociedades de Naciones), donde cada una disfrute lo que la naturaleza les ha brindado, y solidariamente intercambien con otras, aquello que tienen en demasía, en un comercio más humano y equitativo que el actual.