Martín Redrado dejó por escrito lo que muchos vienen diciendo en estas últimas horas sobre su permanencia en el Banco Central. De puño y letra, a través del diario La Nación, el economista defendió su gestión en el organismo y aseguró que resistirá su cargo. Incluso, este lunes asistirá a su lugar de trabajo, tal cual lo hizo desde fue dispuesto en la presidencia del organismo por el kirchnerismo.
Redrado defendió su gestión y aseguró que resistirá en su cargo
El economista escribió en una nota de opinión que es “el guardián de las reservas”. En el diario La Nación, advirtió que sólo el Poder Legislativo puede "asignar el uso de reservas a otros fines" y señaló que continuará al frente del Banco Central "hasta que el Congreso disponga lo contrario”. Este lunes irá a trabajar a pesar de que Aníbal Fernández advirtió que se lo impediría con la fuerza pública
El viernes pasado las juezas Marta Herrera y Clara do Pico declararon inaplicable el decreto de necesidad y urgencia a través del que el Gobierno pretendía usar reservas para pagar deuda pública; la otra señaló que la continuidad o no de Redrado al frente del Central debía ser resuelta en el Congreso.
En este contexto confuso y polémico, a través de una nota de opinión titulada "El guardián de las reservas", que fue publicada en el diario La Nación, Redrado defendió su gestión al frente de la autoridad monetaria y advirtió que sólo el Poder Legislativo puede "asignar el uso de reservas a otros fines".
“El presidente del Banco Central no puede hacer lo que quiere, sino lo que debe, dado que un exhaustivo cuerpo normativo delimita sus facultades y deberes”, sostuvo.
También se refirió a las críticas de los sectores del oficialismo que advierten que su cargo no es designado a través del voto popular: “Si bien (el titular del BCRA) no es elegido por el voto popular, recibe un mandato de la ciudadanía a través de sus representantes, los miembros del Congreso, al que debe ajustar sus decisiones. En consecuencia, por las atribuciones que le reserva la Carta Orgánica, no está expuesto al dilema de ´obedecer´ o ´rebelarse´ ante las instrucciones del Ejecutivo. Simplemente, no las puede recibir”, remarcó.
El economista subrayó el hecho de que su cargo es "proteger las reservas internacionales del país" y explicó que "sirven como garantía de estabilidad monetaria, cambiaria y financiera". Luego destacó la "importancia crítica" de la presidencia del BCRA, en un país donde la "inestabilidad caracterizó los 40 años previos al 2003".
"Este mandato no es pétreo: puede ser cambiado si la comunidad, a través de sus legisladores, decidiera asignar las reservas a otros fines -el pago de la deuda pública o el combate de la deuda social-. Por eso, desde el momento en que ingresó en el Banco el decreto sobre el Fondo del Bicentenario, se siguieron los procedimientos vigentes para su tratamiento ", añadió.
"Esto no es confundir autonomía con autismo", advirtió. “Sería de mi parte una irresponsabilidad aceptar presiones que dejen el camino libre a quienes quieren manejar las reservas de los argentinos sin seguir los pasos que marca la ley para la remoción de los directores del BCRA. Sería delegar mis deberes en quienes exhiben una actitud temible, que proponen medidas que podrían dejar al país expuesto a los ´fondos buitre´ ".
Una vez más, se plantó en su puesto "hasta que el Congreso disponga lo contrario, para ser leal al interés general, a la misión que me impone la ley y a mis convicciones", escribió.
Un día como otros
Pese a lo dicho por el oficialismo que reniega de la continuidad de Redrado en el autoridad monetaria, el economista decidió ayer, luego de contactarse con sus abogados, asistir este lunes "como todos los días laborales", a su lugar de trabajo, según confiaron a La Nación funcionarios del propio banco.
¿Qué sucederá cuando Redrado pise el banco Central? Anteayer, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, dijo que había instruido por pedido presidencial a las fuerzas de seguridad para que el economista no volviera "nunca más al Banco Central". Aunque fuera curioso, este sábado cuatro policías custodiaban la entrada del edificio de Reconquista 266.