Superti, que habló con el programa Diez puntos de Radio 2, cree que la actitud del justicialismo responde, en realidad, a la necesidad de reafirmar su “identidad opositora” en la provincia y no a un convencimiento real de que el proyecto oficial es malo.
El ministro explicó que la reforma que se sancionó es muy amplia y que lo que se decidió desde el gobierno provincial es trabajar para poner en marcha aspectos del nuevo código que se pueden resolver en forma inmediata. “Una cosa es dictar una ley y otra cambiar la realidad”, enfatizó.
El funcionario recordó que “hace 24 años que la provincia se debe” la reforma del Código Procesal Penal y que si se aprueba la ley que el Ejecutivo envió a la Legislatura “de aquí a 120 días” podrían entrar a regir “aspectos importantes que pueden cambiar calidad del servicio de justicia penal en la provincia”.
Superti resaltó como fundamental el nuevo trato qye se prevé para la víctima, al que se le dará la psobilidad de ser querellante, cosa que ahora sólo se reserva para el fiscal.