Las unidades de Infantería, que vienen de la ciudad de Santa Fe, fueron destinadas al micro y macrocentro, en donde el tránsito era caótico tras la tormenta.
Por su parte, las 20 unidades móviles que llegaron de otras partes de la provincia fueron dispuestas en lugares problemáticos en donde no había luz o se habían generado muchos destrozos.
Fuentes policiales confirmaron que la caída de piedra y granizo afectó a casi 50 patrulleros y que varios policías que estaban en la calle –muchos de ellos respondiendo llamados de ayuda de gente afectada por la tormenta– terminaron heridos.