En su Superclásico marcado por la lluvia, que aportó al partido ribetes épicos y mucha pierna fuerte, River y Boca empataron este domingo 1-1 en el Monumental, resultado que deja mejor parados a los Marcelo Gallardo, que continúan punteros en el campeonato.

A los 22 minutos, Lisandro Magallán puso arriba al Xeneize, mientras que a los 33 del segundo, Germán Pezzella igualó para el local. Los dos terminaron con diez, por las expulsiones de Fernando Gago –por una mano que no existió y que derivó en un penal que falló Rodrigo Mora– y de Ramiro Funes Mori.

El pésimo estado del campo de juego por la abundante lluvia del fin de semana, que tampoco dejó de caer durante el partido, atentó contra el nivel del juego, que por momentos se volvió una batalla y por otros sólo mostraba centros aéreos.

El árbitro Mauro Vigliano fue protagonista por su error antes del final de la etapa inicial, donde vio una mano inexistente de Gago para tapar un remate de Teófilo Gutiérrez, cuando el volante de la selección utilizó su cabeza y su pierna para bloquear el tiro. Además del penal en contra, Boca sufrió la expulsión de una pieza clave.

River quiso imponer su estilo vertical con la salida por los laterales de Leonel Vangioni y el uruguayo Carlos Sánchez (Gabriel Mercado estuvo más contenido), la pegada de Leonardo Pisculichi, más la movilidad de Mora y del colombiano Teófilo Gutiérrez.

Sin embargo, el agua frenó el ímpetu de River y lo hizo abusar del pelotazo por lo que su circuito de juego en el medio estuvo marcado por la imprecisión, a causa de la falta de asociación de sus mejores jugadores.

La fórmula boquense dio resultado cuando un envío desde la derecha de Federico Carrizo fue conectado por Magallán, que se estiró con los pies para adelante y conectó al gol, pese a la estirada de Marcelo Barovero.

River pudo llegar al empate con un centro desde la derecha de Pisculichi que bajó Gutiérrez y Mora no pudo parar el balón por lo que llegó a las manos de Agustín Orión. Aunque la más clara fue un tiro de esquina de Pisculichi, que Mercado conectó de cabeza y al palo, con el arquero vencido.