La decisión unilateral de Rosario Central se darle a Newell´s menos de la mitad de las entradas que habitualmente recibe para el clásico del domingo en el Gigante –será cuatro mil y no 8.500– no sólo generó el repudio de la dirigencia rojinegra sino que, además, fue cuestionada por el gobierno provincial, que si bien prefirió evitar pronunciarse sobre la medida en sí, lamentó que se haya adoptado de manera inconsulta a pesar de que hay un comité de seguridad deportiva en el que participan ambas instituciones.
Sin embargo, el propio presidente canalla, Horacio Usandizaga, ratificó la decisión en diàlogo con el programa A diario, de Radio 2. El Vasco dijo que la reglamentación de AFA sostiene que se deben reservar al visitante dos mil populares, que el club va a tener que dejar seis mil socios afuera por el hecho de que a Newell´s se le darán más localidades y que la única solución sería agrandar la cancha o que se construya uno municipal con más capacidad: "Habría que tener un estadio de 60 mil personas cuando se juega el clásico".
Usandizaga explicó que desde que se inició su gestión Central ha crecido de "28 mil a 43 mil socios" y "va más gente a la cancha". Esto hizo que no se le vendan entradas a los no socios y que incluso, en los últimos partidos, hubo socios que se quedaron afuera ya que, además, la Municipalidad pone un ingreso a las entradas.
"Nos es que haya mala voluntad", insistió el Vasco y dijo que "Newell´s está en su derecho de hacer lo mismo" cuando el clásico se juegue en el Coloso.
El disgusto de Lorente
Del lado de Newell´s, su presidente, Guillermo Lorente, manifestó su disgusto no sólo porque el equipo no podrá contar con el apoyo habitual, sino, fundamentalmente, porque entiende que el recorte de entradas puede ser fuente de incidentes. Por eso, analiza directamente rechazar que se vendan en el Coloso.
Algunas cuestiones que aparecen como factores de riesgo ante la decisión de dejar sólo cuatro mil entradas al visitante son: por un lado, la demanda que puede desbordar la oferta en el Coloso; el hecho de que hinchas de Central, que se ubicarán en la bandeja de arriba, y de Newell´s, que tendrán la de abajo, compartan una misma cabecera; y también la posibilidad de que mucha gente leprosa se quede boyando en los alrededores del estado sin poder ingresar.
Críticas desde la provincia
Estas preocupaciones se comparten desde la policía y el gobierno provincial. De todos modos, el secretario de Seguridad, Carlos Iparraguirre, aclaró en el programa A diario –que debutó este lunes a las 10 de la mañana en Radio 2 con la conducción de Alberto Lotuf– que el Estado nada puede hacer ya que es potestad del club organizador la decisión de cuántas entradas otorga al visitante, siempre y cuando superen las dos mil.
Iparraguirre reclamó una “postura de acercamiento” y lamentó que el tema no se haya planteado en el comité de seguridad deportiva.
El funcionario dijo que los dirigentes de Central “cambiaron el criterio que se había manejado hasta aquí”, aunque admitió que su posición puede ser “razonable”.
“Pero estas decisiones se deben tomar de manera conjunta, más allá de las facultades que cada uno tiene”, insistió.