Capital Federal sufrió las consecuencia de un fenómeno climático similar al de la ciudad de Rosario sólo que más intenso. Del calor se pasó al diluvio, que se desató este sábado a la tarde, y que generó problemas varios: sobre todo la inundación de barrios. Además, cayó granizo en el Gran Buenos Aires.

En Rosario, las tormentas parecieron quedar atrás este sábado a la mañana, cuando un informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) despejó el temor de la caída de granizo y las grandes tormentas. Sin embargo, a las 17, ese organismo nacional volvió a lanzar una advertencia por mal tiempo que alcanza a sudeste de Córdoba, norte de Buenos Aires, Capital, Río de la Plata, centro y sur de Santa Fe y Entre Ríos.

"Sobre una masa de aire cálido, húmedo y muy inestable que prevalece sobre el área de cobertura, han comenzado a desarrollarse chaparrones y tormentas que en forma aislada producen abundante caída de agua", reportó el SMN.

Según el organismo, "se prevé que las condiciones tenderán a persistir e intensificarse entre lo que resta de la tarde de hoy y la mañana del domingo". Y completó: "No se descarta la probable caída de granizo y la ocurrencia de ráfagas de viento".

Diluvio porteño

En Capital, por la fuerte lluvia, Metrovías informó que se interrumpieron las líneas C, D y H, mientras que la B funcionaba en forma reducida, según señaló Clarín.com. También había cortes de luz en distintos puntos.

La lluvia era tan intensa que rápidamente anegó esquinas y barrios porteños y había también lógicos problemas para circular por las calles. De hecho, el partido de San Lorenzo y Huracán fue suspendido a los 16 minutos de juego porque era imposible hacer pie en la cancha.

Además, el Servicio Meteorológico Nacional emitió un alerta por tormentas y granizo para la ciudad de Buenos Aires y alrededores.

Como contracara, la tormenta que se desató cerca de las 17 se produce luego de que el pasado jueves la sensación térmica superó los 40 grados, un record histórico para esta época del año.