Cinco años después de la primera final rusa de Roland Garros, que ganó en 2004 Anastasia Myskina a Elena Dementieva, la moscovita Safina y Kuznetsova, original de San Petersburgo, volverán a protagonizar para Rusia el último partido, en París.
La hermana pequeña de Safin, clasificada para la final por segundo año consecutivo, se impuso a Cibulkova, vigésima favorita, por 6-3 y 6-3 en una hora y 41 minutos. Safina gritó, se enfadó consigo misma, hizo dobles faltas, pero impuso su mayor envergadura ante Cibulkova, a la que saca 21 centímetros.
A Kuznetsova, le costó mucho más desembarazarse de la australiana Samantha Stosur, a quien derrotó por 6-4, 7-6 (5) y 6-3, después de tener que parar el partido para curarse el pie, que llevaba fuertemente vendado.
"Intentaba controlar mis emociones", dijo Safina quien reconoció que no estaba jugando a un nivel superior. "No daba lo mejor de mí, pero aun así, no es fácil batirme", dijo
Con la del sábado, serán tres las finales rusas de la historia de un Grand Slam, ya que a las de Myskina-Dementieva de 2004, hay que sumar la que logró ese año la propia Kuznetsova frente a su compatriota Dementieva en el Abierto de Estados Unidos.
Fuente: EFE