En un Campo de la Gloria con sus tribunas colmadas de gente, este domingo se celebró el Bicentenario del Combate de San Lorenzo, donde no faltaron los tintes políticos en las voces de las autoridades presentes. El gobernador Antonio Bonfatti volvió a llamar, ante las autoridades nacionales presentes, a “coordinar fuerzas” y generar “una estrategia compartida para vencer al enemigo en común”, en relación a las diferentes problemáticas socioeconómicas. El vicepresidente Amado Boudou, en tanto, sostuvo que "no hay proyectos locales sin un gobierno nacional".
Boudou fue abucheado en un momento mientras hablaba y respondió que "es una actitud fascista no escuchar lo que el otro tiene que decir". Para que la cosa se calmara intervino el intendente de San Lorenzo, Leonardo Raimundo, que pidió a los asistentes: "Demostremos a todo el país que acá somos sanmartinianos y patriotas, pido un aplauso para el vicepresidente de la Nación". El diputado nacional Agustín Rossi, en tanto, ubicado en la segunda fila del palco, le reclamó al gobernador Antonio Bonfatti por no haber aplacado los ánimos de los simtaizantes de su sector y haber permitido que el vicepresidente sufriera lo que en otras ocasiones denunció como algo grave el socialismo.
El acto
Luego de la tradicional carga de caballería y del discurso del intendente local, Leonardo Raimundo, Bonfatti destacó “la potencia que nos daría tener una estrategia compartida, pensar juntos hacia un objetivo”.
“Cuando una sociedad sabe dónde va, las soluciones llegan antes, y los santafesinos sabemos hacia dónde vamos”, agregó Bonfatti, y remarcó que el general Don José de San Martín y sus tropas que lucharon al norte de Rosario en 1813 “son una inspiración extraordinaria para lo que tenemos por delante santafesinos y argentinos”.
En ese sentido, instó a tener “capacidad para coordinar fuerzas y esfuerzos, a lograr una unidad a pesar de las diferencias, dejando éstas de lado para vencer al enemigo en común”. Y puntualizó que éste se materializa en “la pobreza, la violencia, las economías del delito” –no mencionó de manera directa al narcotráfico–, que son “enemigos públicos que amenazan la paz y el futuro de nuestros hijos”.
Por eso, repitió: “Es necesario unirnos y trabajar en conjunto. Nación y provincia, provincia y municipios. Pongamos todos estrategia y unidad, esperanza y convicción, es el único camino que tenemos para ganar la batalla".
Y cerró con una eufórica frase: “Viva la patria y viva la provincia invencible de Santa Fe”.
Luego tomó la palabra el vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, que fue recibido con algunos silbidos del público pero que pudo comenzar su alocución sin interrupciones tras el pedido de “respeto” por parte de Raimundo, dirigente del Frente Progresista Cívico y Social.
“No hay proyectos locales sin un proyecto nacional. Y no hay proyecto nacional sin un proyecto latinoamericano. Eso nos enseñó San Martín con cada una de sus acciones”, fue la primera frase destacada de Boudou, en consonancia con Bonfatti.
Sin embargo, sus siguientes líneas se centraron en criticar a los organismos económicos internacionales. “Esa valentía –en referencia a San Martín– es una condición necesaria para enfrentar a los poderes que oprimen a la Patria”, exclamó.
Y en esa tónica apuntó a “los fondos buitre, que como los españoles, que asolaban y robaban esta tierra, pretenden asolarnos y robarnos a los argentinos”.
Finalmente, sin hacer mención específica a nadie, pidió: “Bajemos los decibeles con las agresiones, nosotros formamos un gobierno lleno de amor”.
Además de Boudou, Bonfatti y Raimundo, la ceremonia en San Lorenzo contó con la presencia del ministro de Defensa, Arturo Puricelli; el titular de la bancada kirchnerista en la cámara de Diputados de la Nación, Agustín Rossi; la presidenta de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, María Angélica Gastaldi; y de autoridades militares y eclesiásticas.
Luego de los discursos oficiales, el acto proseguía con el desfile cívico militar, espectáculos y un cierre con fuegos artificiales.
El Bicentenario
La batalla de San Lorenzo tuvo lugar el 3 de febrero de 1813 y fue el bautismo de fuego del Cuerpo de Granaderos a Caballo creado por el general José de San Martín, y también el primer y único combate librado por el Padre de la Patria en suelo argentino.
Fue en el Campo de la Gloria, en las inmediaciones del Convento de San Carlos, donde los granaderos, al mando del general San Martín, derrotaron a los soldados españoles que pretendían mantener su dominio en el Río de la Plata, marcando así el inicio de la gesta sanmartiniana para liberar América.