San Lorenzo ganó el partido por precisión y oportunismo. Durante los primeros 20 minutos manejó el balón con prolijidad y ocupó mayores porciones de terreno que su rival. Pero conforme se puso en ventaja el dueño de casa, empezó a cederle espacios al visitante, tratando de manejar el contraataque aprovechando el adelantamiento de los de Victoria.