Así lo volvió a plantear el secretario de Medio Ambiente de la provincia, César Mackler, en un encuentro que mantuvo con autoridades entrerrianas en Victoria. Pero volvió a chocar con la negativa de sus colegas del otro lado del río.
La molestia de Santa Fe con Entre Ríos y con el gobierno nacional –que después de cinco años toma cartas en el asunto porque el humo llegó a Buenos Aires– ya había quedado clara ayer, cuando el gobernador Hermes Binner no asistió al encuentro al que convocó el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
“No se comprende en Entre Ríos la importancia de generar un área protegida de jurisdicción nacional para regular la ganadería”, se quejó este viernes Mackler, quien explicó que ahora se puede apagar el fuego, pero que hay que tomar decisiones de fondo para que el problema no se repita.
“Si no, siempre se va a quemar”, advirtió el funcionario, quien dijo que Entre Ríos viene haciendo todo lo contrario a lo que Santa Fe reclama ya que –recordó– hace dos años sancionó una ley de arrendamiento de tierras fiscales para la explotación ganadera.
Justamente la expansión de la ganadería en la zona de islas es lo que hace que los productores quemen pastizales para apurar el nacimiento de nuevas pasturas.