Forster, en diálogo con el programa A diario, que conduce Alberto Lotuf, minimizó las internas que se desataron en el oficialismo tras las elecciones. “Chisporrotazos hubo a lo largo de estos diez años, son parte de la historia del kirchnerismo y de lo que significó rearmar una sociedad que estaba desmadrada”, afirmó.
"Scioli no es la representación más interesante del kirchnerismo"
Ricardo Forster, referente de Carta Abierta, destacó la "fidelidad" del gobernador bonaerense, pero no le ve como el mejor candidato presidencial del sector. Instó a realizar una autocrítica
La mala elección del kirchnerismo en la ciudad de Buenos Aires hizo que Ricardo Forster, referente de Carta Abierta que fue como candidato en la lista que encabezaba Juan Cabandié, no llegara a la Cámara de Diputados. Pero él no se corre de la discusión política: deslizó que el kirchnerismo debe hacer una autocrítica por sus magros resultados en los grandes centros urbanos y si bien admitió el derecho de Daniel Scioli a competir por la candidatura presidencial desde el oficialismo, consideró que “no es la represnetación más audaz e interesante” que el sector puede ofrecer.
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Pero, a la vez, resaltó: “Estamos fernte a un gobierno con una estabilidad democrática plena, con gobernabilidad garantizada y a la espera que se reponga la presidenta y retome sus funciones”.
Así, advirtió a los que anuncian un fin de ciclo: “Algunos se están apresurando y se van a chocar contra su propio muro”.
De todos modos, consideró que el gobierno tiene que analizar por qué se perdió la provincia de Buenos Aires, donde muchos votos que eran de Cristina fueron a Sergio Massa, y pensar qué tiene que rectificar. “Es parte de lo que el gobierno va a tener que hacer para competir con chances sin Cristina en 2015”, enfatizó.
Sobre el mal resultado en los grandes centros urbanos, para Forster es evidente que “el kirchnerismo tiene problema para interpelar a sectores medios a los que les ha ido razonablemente bien”.
En cuanto a Scioli, dijo que el gobernador bonaerense “mostró una alta dosis de fidelidad”, pero “no es la representación más audaz e interesante de lo que el kirchnerismo ha significado”.