Cada vez es más complicada la situación de los rugbiers del club Gimnasia y Esgrima acusados de amenazar a la propietaria de un bar ubicado en Dorrego al 1700. La magistrada a cargo del juzgado correccional número 4, Graciela Sedda, entiende que lo dicho por los acusados son de carácter “coactivo”.

De todos modos, aún falta un largo trecho legal por recorrer. La jueza giraría en breve el expediente a un juzgado de instrucción para que allí se evalúe si corresponde llevar adelante la causa.

Los rugbiers están acusados de realizar pintadas antisemitas y destrozos en el bar de Adriana Drisun.