El vértigo de las comunicaciones contemporáneo es un gran desafío para la sociosemiótica, a pesar de no ser una sorpresa, "Se está cumpliendo la profecía de Marshall McLuhan en la década del 60 de la aldea global", dice Lucrecia: "Como los grandes artistas McLuhan fue genial porque vio cosas que sucederían cincuenta años después, él dijo que en un momento los medios iban a hacer que estemos todos conectados en una aldea global y además dijo otra cosa que se esta cumpliendo y es que el hombre iba a estar como un robocop cubierto de dispositivos mediáticos que lo convertirían en un nuevo ser hiperconectado".
La hiperconexión conexión global provoca un cruce de culturas muy fuerte que para Escudero "requiere nuevas semiólogas, nuevos trabajos sobre los signos y sobre los códigos, lo cual seguramente va a producir un hombre, no como quería Marcuse, unidimensional sino pluridimensional"
En esa dimensional pluridimensional conviven diferentes mundos, y la semióloga dice "Me parece que hay esfuerzos de interpretación y no-esfuerzos de interpretación que salen a la luz en el cruce cultural, por ejemplo hay enormes zonas del planeta que aún ni vivieron la revolución iluminista, entendida como la separación de la Iglesia del Estado, la separación del sistema de creencias del sistema de saberes, en el mundo musulmán por el momento esa distinción no existe. Es decir que en la aldea global se convive con sistemas teocráticos, y eso produce un colisión de mundos, cuando usted esta en un país imperial eso genera la teoría del clash de las civilizaciones que de algún modo autoriza y legitima a destruir un país como Irak e invadirlo para quedarse con su petróleo pero bajo la excusa del clash de las civilizaciones. Pero hay otros casos donde se llega a un trabajo armónico de intercambio y de convivencia. Todo eso depende quien tiene el poder de la palabra como decía Lewis Carroll".
Fuente: Universidad Nacional de Rosario