“Es que su lenguaje era tan popular que a los chicos del barrio les llegaba como ninunga otra palabra. Con ese vocabulario sí que se identificaban”, dijo quebrada mientras se aferraba a un pequeño cartel que tenía la imagen de dos importantes Negros: Olmedo y Fontanarrosa.
Ataviados con los colores azul y oro también se acercaron junto a sus padres Jeremías Tomás y Martín Jesús, dos mellizos de tan solo tres meses. “Estamos acá, porque es un sentimiento, no sólo hizo grande a Rosario también a Central”, sintetizó con cierta nostalgia la mamá de los hinchas más pequeños del club.