¿A quién no le gustaría hacer una siesta después del mediodía en el trabajo? En Estados Unidos y en Japón, después del almuerzo, una siesta de 30 minutos no viene mal, dicen los especialistas. Es por eso las empresas acondicionan salones exclusivos para que los trabajadores puedan descansar o, aquellos con visión de negocio, abren, en lugar de un bar o un restaurante, un salón para siestas.
En el país del norte, por ejemplo, el 34% de los empleados pueden tomarse una siesta, mientras que el 16% lo hace en sus trabajos, señaló un sondeo realizado a 1.000 adultos que trabajan más de 30 horas semanales por la Fundación Nacional del Sueño de los Estados Unidos.
La misma encuesta también indicó que el tiempo de descanso promedio se redujo a 6 horas y 55 minutos diarios, mientras que el de trabajo aumentó a 9 horas y 28 minutos.
Sin embargo, este no es un capricho que tienen las compañías para ver sonreír a los empleados, sino que, según los estudios científicos, "entre 20 y 30 minutos de reposo son suficientes para reponer energía y mejorar el rendimiento durante el resto del día. Es lo recomendable para personas que tienen actividades con horarios extensos, en todas las edades", explica la neuróloga y miembro fundadora de la Asociación Argentina de Medicina del Sueño, Margarita Blanco.
"La siesta es el único mecanismo para recuperar energía y compensar el déficit de sueño. En la Argentina, las autoridades sanitarias deberían empezar a tomar conciencia del problema", finalizó.
Dormir: del placer al negocio
El piso 24 del Empire State, en Nueva York, tiene un salón que busca que los trabajadores puedan dormir 24 minutos por sólo 14 dólares.
Arshad Chowdhry, de Metronaps, uno de los emprendedores, comentó que "hay una cantidad enorme de investigación que apoya la idea de que 20 minutos de siesta por día rejuvenece a la gente. Mejora la memoria, el aprendizaje y el humor y puede aumentar la productividad más del 30 por ciento".
Suiza, con su frío, sus bancos y sus relojes, tampoco se quedó atrás y ya tiene un hotel que brinda un menú con siesta en una habitación individual por 11 euros.
Algo similar ocurre en España, más precisamente en Madrid, donde se puede almorzar y descansar 20 minutos por 30 euros, con masaje incluido.
Finalmente, en Francia, donde el 56% de la población se quejaba por su mal descanso en la noche, el Ministerio de Salud comenzó a alentar las siestas. De hecho, una de las empresas pioneras en este "lujo" es una fábrica de figuritas en Normandía, donde hay una sala con almohadones gigantes para descansar, según publicó el diario Clarín.