¿Quién diría que el mismo equipo que sumó 31 puntos en el Apertura, que se floreó en la última fecha de ese certamen ganándole sin discusiones a Vélez en Liniers, iba a estar siete (¡siete!) fechas sin ganar? Seguramente no entraba en los cálculos ni de los más pesimistas.

Pero sí: Central acumuló apenas cuatro unidades producto de cuatro igualdades y tres caídas, y hoy se lo encuentra en las zonas más profundas de las dos tablas: penúltimo en la de posiciones, apenas una unidad arriba de Atlético Tucumán que todavía no jugó, y en zona de promoción en la de los promedios. Inimaginable algunos meses atrás.

Para encontrar una racha sin éxitos semejante hay que retroceder añgunos años hasta llegar al torneo Apertura 2007, cuando el equipo dirigido por Carlos Ischia esperó hasta la novena jornada para cantar victoria. En aquella oportunidad, la victoria llegó nada menos que en el clásico de la ciudad: 1 a 0 en el Parque contra Newell´s.

Los números preocupantes no culminan allí: otra dato negativo es que jugando en su casa (toda una fortaleza en el torneo pasado, donde cayeron Boca, River, Independiente y Racing), sacó sólo un punto de nueve posibles. Y los rivales que enfrentó no fueron precisamente los más fuertes: Tigre y Arsenal se llevaron todo y Chacarita le arrebató una igualdad.

En cuanto al historial con Arsenal, el elenco de Burruchaga cortó con una seguidilla de goleadas canallas: en las dos últimas oportunidades en las que se habían enfrentado, Central había ganado 3 a 0. El último triunfo de los del Viaducto hasta este era el 2 a 0 del Clausura 2007.