Por Pablo Gavira 

Newell´s viene empeñado en reconocer a los hombres que han trabajado para engrandecimiento. Marcelo Bielsa le dio el nombre al estadio, Gerardo Tata Martino a una tribuna y desde el club se lanzó la idea de juntar llaves para fundirlas y hacer una estatua de Jorge Griffa, el hombre que durante años condujo las inferiores, esa “fábrica sin humo”, que alimentó de jugadores no sólo a la institución del parque en su mejor época sino a equipos de todo el mundo y a la selección nacional. Pero no, él no quiere este tipo de homenajes, al menos en vida.