Decidir con quien pasar las fiestas de fin de año no es tarea sencilla. Cada vez que la cuenta regresiva se acelera algunos sufren porque la casa es invadida por la familia propia y la política, otros se lamentan por los años en que la mesa era más grande y lloran porque se fue achicando con el aumento de las ausencias y muchos están tan solos en este mundo que ni siquiera tienen con quien pasarla.
Pensando en estos últimos un matrimonio rosarino se animó a lanzar una propuesta. En contacto con Radio 2 lanzaron la invitación. "Para los que quieran compartir la mesa de Navidad porque no tienen con quien celebrar, los invitamos a reunirnos en el Monumento a la Bandera, el 24 de diciembre a la noche y por cualquier consulta pueden llamar al 4261381", decía el mensaje que un oyente dejó grabado en el contestador de la emisora. Y casi de manera automática el teléfono dio ocupado y fue imposible poder hablar con alguien del otro lado.
Según contó Mónica, la esposa del promotor de esta singular Nochebuena, la idea surgió porque todos los 24 y 31 después de la medianoche la pareja se alistaba para festejar en el Parque Nacional a la Bandera, frente al Monumento. "Casi todos los años hacíamos lo mismo, y cuando llegábamos veíamos que muchas personas o pequeñas familias habían cenado ahí con sus mesitas, pero todos dispersos", contó Mónica a Radio 2.
Por lo menos, casi diez llamados confirmaron su presencia para el 24 a la noche luego de escuchar el mensaje en Radio 2. Una chica no vidente, dos hermanas solas, un afiliado al Pami, entre otros, ya se agendaron para ir a cenar al Monumento.
Con el recuerdo de esa imagen que vivieron en diciembre de 2006, este año el matrimonio decidió invitar a que toda esa gente que lo pasa casi de manera individual al aire libre se junte en una mesa ampliada este año. "La intención es que no haya mesas individuales sino una mesa larga donde cada uno pueda aportar un plato tipo a la canasta para disfrutar del festejo", explicó Mónica. Aunque la fiesta es singular y reúne a solos y solas teniendo en cuenta que "panza llena corazón contento" la invitación tambie´n propone comer rico. "Tengo ganas de hacer un matambre arollado, un peceto o lengua, una mayonesa casera de entrada y un budín inglés", dijo la mujer.
La familia de Mónica y Carlos, su esposo, vive afuera y los hijos, en su mayoría adolescentes y adultos, estudian y trabajan en Buenos Aires, por lo tanto la pareja sabe bien lo que es brindar de a dos en las noches de Navidad y Año Nuevo. "Pensamos que hay tanta gente que está así, y muchos suelen ir a comer al Monumento solitos que queremos hacer una mesa única entre todos, para conocernos, brindar, compartir y pasar un buen momento", remarcó la mujer. Pero parece que la propuesta es que los lazos navideños se extiendan luego de diciembre. "Si todo sale bien, queremos seguir en contacto, hacernos amigos y porqué no pensar en un vaijecito todos juntos", concluyó.