Tanta euforia había en el Socialismo que no sólo se animaron a anticipar un triunfo por casi 30 puntos en Rosario, sino que además aseguraba estar arriba en un bastión histórico del peronismo: Villa Gobernador Gálvez. A las 20.30, en diálogo por Radio 2, Pedro González fue el primer dirigente en salir a reconocer la sorpresiva derrota.