Josefina tiene 9 años, le gusta leer y de vez en cuando darse una vuelta en alguno de los juegos del Parque de Diversiones. Su tía se dedica a animar fiestas infantiles y desde hace un tiempo incursionó en una opción que cada vez cobra más seguidoras: el spa para nenas. Pero como dice el dicho popular, "en casa de herrero, cuchillo de palo", hasta ahora no pudo agasajar con esa alternativa a su querida sobrina. Josefina corre cuando le muestran un peine y por el momento, los maquillajes de su mamá no le mueven un pelo.
Spa para nenas: ¿Juego inocente o el entrenamiento para la frivolidad?
El fenómeno creció en los últimos años y ya es una tendencia para los festejos de cumpleaños de niñas de entre 9 y 14 años. Batas, cremas, masajes y bijou durante tres horas de relax para recordar desde bien temprano que siempre hay que estar bellas. Los docentes ven esto como el "refuerzo de los estereotipos femeninos"
El spa para nenas apareció hace al menos dos años en Rosario pero desde hace un tiempo, la tendencia está en pleno auge. Desde Punto y Coma aseguran que comenzaron a partir del pedido de una mamá y que en la actulidad se realizan entre 15 y 20 eventos por mes que cuestan entre 350 y 400 pesos. "Es una opción muy pedida sobre todo cuando se empieza a separar el grupo de pares y los nenes festejan por un lado y las nenas por otro", cuenta Sabrina. Y sobre todo es una opción más tranquila. Con esto las chicas no innovan, más bien repiten los mandatos de belleza que las mamás conocen al pie de la letra. Sentadas en fila aprenden a esperar sin ansiedad que llegue el pintalabios que haga maravillas.
"Es muy común que a esa edad las nenas ya quieren ser grandes y por ende empiezan a copiar muchas costumbres de las mujeres, desde incorporar accesorios hasta querer pintarse las uñas", contó Alicia de Pandereta Animaciones, una de las firmas de la ciudad que cuenta con este tipo de servicio.
La actividad se puede desarrollar en un salón de fiestas o bien trasladarse a la casa de la cumpleañera. Todo depende de la mamá, el número de invitadas y las ganas de ordenar la casa luego que pase el grupete de amigas.
Lo primero para entrar en clima cuando el spa se muda al hogar es ambientar todo. Casi siempre se extienden tules y rasos de color rosado a modo de cortinas y se colocan algunos puf y espejos. Y el espacio queda convertido en una mezcla de casita de muñecas con palacio de princesas. A partir de ahí arrancan dos horas y media o tres de fiesta a domicilio donde las nenas juegan a ser grandes.
Con un promedio de 18 nenas hay dos animadoras, si el número de invitadas trepa un poco se suma una coordinadora más. Primero se les entregan batas y turbantes y luego se realiza la peluquería. "Al comienzo hacemos una ronda y charlamos con ellas acerca de lo que creen que es un spa. Que conocen de lo que sucede ahí adentro, si es solo para mujeres o si también es para hombres", cuenta Sabrina de Punto y Coma.
Luego, se les hace el peinado que quieran. Las alternativas van desde las tradicionales trenzas cosidas hasta los jopos altos con spray. También, se le ponen accesorios como hebillitas, flores, mariposas, cintas.
Más tarde llega la hora del make up. La animadora le pinta las uñas a todas, aunque la primera (en todo) siempre es y será la cumpleañera. Los colores y diseños son bastante tradicionales, lo más loco que puede suceder es que alguna elija pintarse una uña de cada color.
Hacen una fila y se van turnando. Primero se las maquilla con colores claros y se les dan algunos tips para cuidar la piel. Después se les hace un maquillaje más artístico, con los dibujos que quieran, un corazón en el cachete, una estrella, una flor con brillitos. "A la mayoría les encanta, quieren ser más grandes. Muchas veces les damos maquillaje para que se pinten solas y si hacen un desastre total les hacemos maquillaje artístico", agrega Alicia.
Además, hay un espacio donde las chicas pueden armar su propia bijou o accesorios enhebrando mostacillas, cuentas y algunos otros elementos. Por último, con todo ese look el cumple termina con un desfile o un karaoke donde las chicas muestran la producción
La hora del relax
Las nenas también se estresan. Al menos así lo confiesan quienes desde hace un año trabajan en el montaje del spa para niñas tanto para cumpleaños como para pijamadas. Para eso hay una batería de cremas, secretos para automasajearse con las manos y algunas recetas caseras que circulan a través de los años.
"Son muchas las que piden masajes, limpieza facial, y sobre todo les divierte ponerse rodajas de pepino para refrescar el rostro como ven en las revistas", revela Sabrina. Y añade: "Es que parece que no, pero el estres de la mochila en la espalda y las largas horas de actividad en la escuela también las cansan".
Espejito, espejito...
Pero no todo es color de rosa en el spa para nenas plagado de adornitos y princesas. Este mundo que parece de fantasía no simpatiza a todos por igual.
"¿Educamos a nuestras niñas para que en el día de mañana sean ociosas princesas del jet-set? ¿Las educamos para Heidis de almibarados bosques? ¿Las educamos para futuras cortesanas? ¿Las educamos para enanas mentales y superfluas señoras gordas?, escribía en la década del 70 María Elenea Walsh, cuando todavía los spa para nenas brillaban por su ausencia. En el ensayo, que se titula "¿Corrupción de Menores?", la autora reflexionaba en ese momento sobre la insistencia con que se estimula la coquetería de las niñas mienstras se les escamotea su participación en la realidad.
Para la licenciada en Historia y docente, Beatriz Argiroffo, lo que hace esta opción para festejar los cumpleaños es "entrenar a las niñas a un consumo de frivolidad". La profesional –que además cursó la Maestría de Género de la Universidad Nacional de Rosario– criticó este tipo de alternativas porque "refuerzan el estereotipo que establece que la mujer tiene que ser bella".
En este sentido, Argiroffo propuso trabajar para "desarticular ese rasgo de la cultura" tanto desde el aula como desde la familia a través de la implementación de la ley de educación sexual integral. "Es cierto que hay mercado para esto, por eso se necesita de una dura batalla contra las medios y contra los mandatos que reproducen", concluyó.