La renovación en el tenis femenino es constante y su dirección es imprevisible. No falta quien dice que no va a ningún lado. El circuito recibe cierta mirada despectiva y se cuestiona su nivel por la falta de figuras, por la ausencia de jugadoras carismáticas y capaces de marcar una época como lo hicieron Steffi Graf, Monica Seles, Martina Navratilova o Chris Evert.
Stosur, la nueva reina de Flushing Meadows
La tenista australiana ganó por primera vez un torneo de Grand Slam tras arrasar en la final a la estadounidense Serena Williams por 6/2 y 6/3
El abanico se amplió ayer un poco más con la irrupción de la australiana Samantha Stosur (novena cabeza de serie), campeona del US Open y ganadora por primera vez de un Grand Slam contra los pronósticos que señalaban como favorita a Serena Williams. Y la sorpresa fue mayor por la contundencia del resultado: 6-2 y 6-3 a favor de una jugadora que representa a un país de gran tradición tenística. Stosur se consagró en el Abierto de los Estados Unidos como en 1973 lo hizo Margaret Smith-Court.
La jornada, que había comenzado en el estadio Arthur Ashe con varios actos conmemorativos por los atentados del 11 de septiembre de 2001, terminó con el tema "New Sensation", del grupo australiano INXS, mientras Stosur levantaba el trofeo que le permitirá avanzar en el ranking mundial tres puestos respecto del 10° que ocupó hasta esta semana.
Stosur, nacida en Brisbane hace más de 27 años, concentró las miradas que nunca había atraído en su carrera como singlista, en la que acredita dos títulos menores (Charleston 2010 y Osaka 2009) y una final en Roland Garros el año pasado. Su campaña es más destacada en dobles, donde tiene 23 títulos, la mayoría de ellos en pareja con Lisa Raymond.
Su triunfo en la nublada y poco apacible tarde de ayer es más meritorio porque venció a Williams (N° 1 en 2002 y 2009, y tres veces campeona en el cemento neoyorquino) con absoluta autoridad, de principio a fin, salvo en el comienzo del segundo set, cuando Serena se enfrentó duramente con la jueza de silla Eva Asderaki, que la penalizó con la pérdida de un punto cuando la norteamericana grito "come on" (vamos) antes de que concluyera el punto que se resolvía a su favor. No era una situación irrelevante. Williams se hubiera puesto 40-40 con su saque, pero como le dieron el tanto perdido, Stosur quebró y quedó 1-0 en el comienzo del segundo set.
Serena se enfureció y por poco no repite el desafortunado suceso de 2009, cuando fue descalificada por amenazar a una jueza de línea ("te voy a matar"). Ayer se oyeron claramente sus advertencias subidas de tono al umpire: "Si me cruzás en un pasillo, mejor mirá para otro lado". Los abucheos de las casi 20.000 personas en contra de Asderaki hicieron sentir a Serena con más derecho a los exabruptos: "Te desprecio, estás fuera de control. Sos una perdedora. Ni me mires". Fue evidente que la jueza hizo oídos sordos para no tomar una decisión más drástica. Una hora y media después del encuentro, el árbitro general, Brian Early, informó que serán analizadas las imágenes y que a la norteamericana podría caberle una sanción. De más está decir que cuando terminó el partido Williams ni saludó a Asderaki, aunque siempre tuvo gestos y palabras de reconocimiento para Stosur, a la que felicitó, abrazó y hasta le aplaudió un punto ganado en la red.
Ese incidente desconcentró por un momento más a Stosur, que a continuación sufrió la única ruptura de su saque. Pero no tardó en retomar el control con su sólido juego desde la base, en donde combinó potentes tiros abiertos con el revés con slice. Serena, que en la noche anterior había eliminado a puro palo a la N° 1 Wozniacki, se vio frustrada en todos los sentidos. Lo consiguió una australiana de rostro impasible, que se equivocó poco e hizo un tenis bastante completo. "Siempre soñé con ganar un Grand Slam, es el mejor día de mi vida", dijo Stosur, una princesa más para un tenis femenino que añora a una reina.
Campeón con coach argentino
El inglés Oliver Golding, de 17 años y cuyo coach es el argentino Horacio Rearte, ganó el título junior del US Open al derrotar al checo Jiri Vesely por 5-7, 6-3 y 6-4. En tanto, el austriaco Jurgen Melzer y el alemán Philipp Petzschner, novenos favoritos, lograron el título de dobles masculino.