No sólo en La Plata hubo festejos hasta altas horas de la madrugada por la épica victoria de Estudiantes en la final de la Copa Libertadores ante el Cruzeiro en Brasil.
En Rosario, apenas terminó el partido se escucharon algunos petardos, bocinazos y hasta hubo movida en el Monumento, donde pese al intenso frío los hinchas del Pincha, ataviados con las camisetas rojiblancas, dieron rienda suelta a su alegría.
Allí estaba la bandera de la filial Rosario Juan Ramón Verón y los hinchas que no podían creer la epopeya de Belo Horizonte. Acaso leprosos y canallas, con otras realidad en sus clubes, hayan contemplado envidiosos esa pequeña pero entusiasta movilización delante de sus narices.