“Está trabajando bien”, le dijo Rosúa al periodista Luis Novaresio, cuando fue consultado en el programa Diez puntos, de Radio 2, sobre cómo evaluaba el accionar del encargado de encabezar la lucha contra el narcotráfico en la Policía rosarina.
“Hay muchas investigaciones en marcha, otras que había recibido y continúan, y una serie de actividades que muestran una actividad interesante”, afirmó el ministro, aunque fue más prudente que la jueza federal Laura Cosidoy, que llegó a decir que con la llegada de Franganillo se cortó la “recaudación ilegal” proveniente del narcotráfico. “No sé si se cortó porque no sé si la había”, aclaró Rosúa.
Sobre los motivos concretos del alejamiento de Leegstra, el funcionario dijo que fue por haber hecho comentarios públicos sobre los sumarios internos que se siguen a Franganillo –por supuestas irregularidades en un operativo en 2005, cuando estaba en Investigaciones– y su antecesor en Drogas Peligrosas, Aldo Monzón, a quien Cosidoy acusó de encubrir a narcotraficantes.
Leegstra dijo que había más elementos contra Franganillo que contra Monzón.
Rosúa aclaró que ambos sumarios continúan adelante y dijo que no descarta que el hecho de que se haya ventilado nuevamente la acusación contra Franganillo por un tema que tiene más de dos años puede ser que sea por “una camita” o una interna policial.
Por otro lado, el ministro no le asignó importancia a la subdivisión del Ministerio de Gobierno que anunció el gobernador electo, Hermes Binner –“lo importante es si hay políticas y recursos para sostenerlas”, dijo– y elogió a quien será ministro de Seguridad, Daniel Cuenca: “Es un muy buen profesional”.