“Tenemos muchos inconvenientes a la hora de asegurar los autos –agrega el titular de la Cámara de Titulares de Licencia de Taxis (Catiltar), José Tornambé, a Rosario3.com– ya que cada vez son más las compañías de seguros que se niegan a asegurar taxis”.
Tornambé explica que es conocida la actitud de las grandes aseguradoras de Rosario de no aceptar taxis, evidenciada a veces no de manera directa, pero sí a través de los aranceles elevadísimos que ofrecen a sus titulares, para que sean ellos mismos quienes decidan por su cuenta optar por otra empresa.
“Ahora son sólo unas pocas las que continúan asegurándonos", dicen desde Catiltar y admiten que como siempre pasa, terminan pagando todos por la picardía de unos cuantos. Son varios los hechos que convencieron a la mayoría de las compañías de no brindar cobertura a los taxis: la proliferación de auto robos, en especial de aparatos de radio estéreos, la complicidad entre algunos dueños y peones que hacían pasar por accidentes producidos con el choque, cualquier lesión sufrida por uno de ellos en su vida cotidiana, para conseguir resarcimiento económico y el negocio protagonizado por talleres mecánicos, abogados y dueños de algunos coches, que simulaban arreglos varias veces más costosos que los que en realidad realizaban en los vehículos.
“Estas avivadas de algunos hicieron que hoy todos suframos las consecuencias”, y cuenta que en 1999 la compañía se Seguros Bernardino Rivadavia adoptó esa política y no le renovó la póliza a pesar de que durante los años en que tuvo su auto asegurado por esa empresa, jamás denunció siniestro alguno.
La Cámara propuso hace varios meses al intendente Miguel Lifschitz que sea el banco Municipal la entidad que canalice la contratación de las pólizas de los vehículos que brindan el servicio público de taxi en la ciudad, pero hasta la fecha dicen no haber tenido respuesta.