Ximena Tordini (Infojus)

“Mi viejo era abogado y desde que lo secuestraron, su parte del placard permaneció intacta: con todos los trajes, los zapatitos abajo y, en la puerta, las corbatas colgadas”. Pablo Surraco Britos, el papá de Leonardo Surraco, era un militante del ERP 22 que investigaba los delitos económicos de la dictadura. “Entre los cuatro y los nueve años, ese placard era un refugio para mí. Cuando me quería retirar del mundo me metía ahí, con las corbatas, y me encerraba y me quedaba un tiempo”. Las corbatas de su padre – con rayas, con flores, con estampados geométricos, azul ajado por el tiempo, rojo satinado–, forman parte de la colección virtual que integra el Proyecto Tesoros.

El Proyecto Tesoros es una iniciativa del Colectivo de hijos, un grupo de hijos de desaparecidos que realiza acciones artísticas. Su trabajo confluye en muestras abiertas al público y en un centro documental virtual. Busca construir un archivo en base a los registros de objetos y documentos de sus padres, detenidos-desaparecidos y asesinados por la dictadura.

En la página proyectotesoros.org se agrupan videos de menos de cinco minutos: cada hija o hijo cuenta su relación con uno de esos objetos. El cubilete con dados del papá de Mariana Hansen, la cámara de fotos de la mamá de Celeste Hazan, las muñecas que la mamá de Laura Villaflor cosió en la Esma, el traje de gaucho del papá de María Toninetti.

“Algunos dicen “¡Ah! Son los objetos de los desaparecidos”. Sí, pero hay otra vuelta. El objeto no está contado desde la historia de la persona que lo tenía, sino que el relato está centrado en nuestra historia, en la persona que lo conservó o lo tuvo que salir a buscar”, dice María Toninetti, que es restauradora y conservadora de documentos.