No se necesita mucho tiempo para que un sueño se convierta en pesadilla. Cuando los argentinos Carlos Tevez y Javier Mascherano firmaron por el West Ham United en el más espectacular día de cierre de fichajes que jamás hubo en la Premier League, la gente (literalmente) bailaba en las calles del deprimido este de Londres.

Pero pasaron ya seis semanas, y el West Ham United sigue sin ganar un partido desde la llegada de los internacionales argentinos.

La euforia era comprensible. Mascherano había impresionado en el Mundial de Alemania, mientras que Tevez era el último "nuevo Maradona", bendecido incluso por el propio Diego Maradona.