Sin embargo, el debate duró poco más de dos horas y tuvo una respuesta firme: la reafirmación del celibato sacerdotal y la exigencia de una “sólida formación humana y cristiana” tanto para los seminaristas como para los sacerdotes ya ordenados.
Según ha informado la Santa Sede al diario español El País, la curia analizó la readmisión al sacerdocio solicitada por los curas casados y el caso del rebelde arzobispo emérito africano Emmanuel Milingo. La reunión fue "una reflexión común", y los participantes tuvieron "una amplia información" sobre las peticiones de dispensa de la obligación del celibato presentadas en los últimos años a la Santa Sede y sobre la posibilidad de readmisión de los curas casados.