El cosmonauta ruso Alexéi Leónov, uno de los protagonistas del primer acoplamiento en el espacio en 1975 de una nave soviética, la Soyuz-19, y una estadounidense, la Apolo-18, recordó hoy que antes de emprender el histórico viaje deseó en inglés a sus compañeros "una vida llena de sexo".
"Cometí un error y me hice famoso en todo Estados Unidos. Quería decir 'Os deseo una vida llena de éxitos', pero en la palabra 'éxitos' me comí un par de letras y en vez de decir 'I want to wish you successfull life' dije 'I want to wish you sexfull life' ('Os deseo una vida llena de sexo')", explicó Leónov.
La anécdota tuvo lugar en el banquete previo al inicio de la misión, en el que el entonces administrador de la NASA, James C. Fletcher, le pidió que hiciera un pequeño discurso.
"Más tarde me explicaron por qué toda la sala empezó a reirse", rememoró el cosmonauta, quien agregó que diez años más tarde, Fletcher volvió a pedirle en un acto que tomara la palabra y cometiera el mismo error.
Según Leónov, él ya se había olvidado totalmente de esa anécdota, pero no así el administrador de la NASA.
"Volví a hablar y me volví a equivocar. El auditorio de la sala era otro, pero la reacción fue exactamente la misma", explicó el cosmonauta, citado por la agencia RIA-Nóvosti.
Por otra parte, señaló que los exámenes previos a la misión fueron muy duros y el que más, el de inglés, a cargo de una comisión integrada por profesores de cuatro universidades.
"Los exámenes eran terriblemente duros. Comenzamos a estudiar el idioma cuando nos preparábamos ya para el vuelo. Literalmente nos machacaron", dijo Leónov.
Agregó que aunque no se prepararon especialmente para las pruebas, no se amedrentaron ante sus examinadores.
"Cuando nos preguntaron que cuándo estaríamos listos para presentarnos, les dijimos que hoy mismo, y la comisión se reunió seis horas más tarde. En el examen nos burlamos de ellos: ninguno de los profesores conocía nada de la terminología espacial", explicó.
El comandante de la tripulación estadounidense del Apolo, Thomas Stafford, coincidió hoy con Leónov en que "de todos los exámenes, el más difícil fue el de idiomas".
"Antes los astronautas de la NASA no tenían esta necesidad. Pero para el acoplamiento, entendí que debía hablar en ruso como mi amigo Alexéi (Leónov). Sin embargo, eso resultó muy difícil con mi acento de Oklahoma", dijo.
El 17 de julio de 1975 la nave soviética Soyuz y la estadounidense Apolo se acoplaron, y sus tripulantes abrieron las escotillas y se dieron un apretón de manos espacial, lo que se convirtió en un símbolo de la distensión entre ambas potencias.
"El proyecto Soyuz-Apolo fue un vuelo histórico, un símbolo muy importante para ambos pueblos. Si dos países pueden trabajar con cordialidad en el cosmos, también pueden hacerlo en la Tierra", dijo Stafford, citado por la agencia Interfax.
Según otro de los integrantes de la misión, el estadounidense Vance Brand, aquella misión confirió un nuevo nivel a las relaciones entre ambos países.
"Entonces los soviéticos y los estadounidenses eran muy diferentes, pero ahora prácticamente no hay diferencias", declaró Brand, quien agregó que éstas eran patentes también en los respectivos programas espaciales.
Leónov recordó también otra particularidad del vuelo, que calificó de simbólica.
Los cosmonautas debían abrir las escotillas de sus naves y estrecharse las manos cuando se encontraran sobre Moscú, pero por alguna razón este acontecimiento se vio precipitado y el apretón de manos tuvo lugar sobre el río Elba.
A orillas de este río germano, 30 años antes, en los últimos días de la II Guerra Mundial se produjo el encuentro entre los ejércitos soviético y estadounidense acompañado del histórico apretón de manos entre las fuerzas aliadas.
Además de Stafford, Brand y Leónov -el primer hombre en realizar un paseo espacial en 1965- en la primera misión conjunta en la órbita participaron asimismo el cosmonauta ruso Valeri Kubásov y el astronauta estadounidense Donald Slayton.
Fuente: EFE