El piloto descendió el avión desde los 30.000 a los 10.000 pies (9.150-3.050 metros) de altura, en un maniobra que hizo saltar las mascarillas de aire de los asientos, con el consiguiente susto de los pasajeros, uno de los cuales, pese a eso, pudo filmar la escena.
El aparato, con una tripulación de 16 personas, aterrizó sin problemas en la capital filipinas y los operarios del aeropuerto descubrieron un gran agujero en el lado derecho del avión, junto al ala.
La aerolínea australiana ha abierto una investigación para determinar la causa del boquete.