Gran sorpresa se llevaron los Carabinieri al observar que el automovolista que no había pasado el test de alcoholemia era... un sacerdote. El religioso, originario de Bolonia, perdió el carnet de conducir pero argumentó que la falta se debió a que bebió más de lo debido al celebrar cuatro misas.

El cura, de 41 años, fue interceptado por la Policiía italiana en la autopista que une las ciudades de Milán y Turín. El análisis dio positivo con un porcentaje del 0,8, mientras que el máximo permitido por la ley italiana es del 0,5. El hombre tuvo que acudir a familiares para poder regresar a su casa.

El religioso se justificó asegurando que ese día había celebrado cuatro misas, a lo que añadió que, en realidad, es abstemio. Por esta razón, el sacerdote ha decidido recurrir al juez de paz para demostrar que su estado no era debido a una consciente y voluntaria ingesta de alcohol.