Quienes conviven con obras en construcción decidieron cuidarse las espaldas e hicieron carne eso de "prevenir es curar". Organizados hace meses, los vecinos que se sienten particularmente “damnificados” por el boom del pico y la pala han decido exigir que tanto la Municipalidad como los colegios de Arquitectos y de Ingenieros integren un fondo de caución previo al inicio de la obra y que, de no mediar inconvenientes, les sea devuelto al finalizar la misma.

Susana Maximino, una de las integrantes de este grupo, habló con Rosario3.com y explicó el pedido, que a través de una carta documento, hicieron llegar a la comisión de Planeamiento del Concejo municipal. “La Municipalidad y los constructores deberán depositar unos diez mil pesos en un fondo que garantice que los vecinos que sean damnificados por una edificación cuenten con ese dinero para hacer frente a los inconvenientes”, explicó.

Los vecinos agrupados contra la fiebre del ladrillo, han abierto una línea de comunicación, para quienes deseen sumar alguna denuncia más.