La obesidad parece radicar, al menos parcialmente, en los genes. Esta afirmación surge de un estudio científico que establece que un sólo gen puede controlar la tendencia de acumular grasa. Publicado por la cadena informatiba de la BBC, el estudio fue elaborado por un equipo de la Universidad de Texas que manipuló el gen llamado adiposa, para alterar la cantidad de tejido graso producido por moscas, gusanos y ratones.