Parece una discusión de otro tiempo o bien sepultada, pero en Argentina existe un grupo que lucha por entronizar a un rey. Se trata del denominado Movimiento Monárquico Argentino (MMA), cuya ideología se reavivó a partir de lo que sucedió en España tras la abdicación del rey Juan Carlos. "La gente no entiende que la República es una involución en el sistema de la división de los poderes", sostiene su líder, Mario Carosini, que culpa al sistema republicano de la pobreza y las crisis que golpearon a la región en su historia reciente.

En una extensa entrevista con la agencia nacional Télam, el cofundador y presidente del MMA, fundado en 1987, confesó que su horizonte político es instituir un monarca local que "divida el excesivo poder del que goza todo presidente".

"Yo no soy monárquico por tradición, no me importan los títulos de nobleza, no los tengo y no quiero ser rey", apuntó Carosini en la entrevista. "La gente no entiende que la República es una involución en el sistema de la división de los poderes", dice, tras reseñar los principios de esta división -que sitúa en 1215- y que "impulsada por la corona inglesa, evolucionó hasta 1750-1760, y decantó en los 4 poderes iniciales de la institucionalidad republicana: Legislativo, Judicial, Gobierno y Estado".

Carosini opinó que “el problema es que cuando Estados Unidos se independiza reunió en la persona del presidente al Gobierno y al Estado, un error que es el germen de la corrupción institucional que condenó a Argentina y toda la región a sus sucesivas crisis y a niveles de pobreza tan diferentes a países con monarquías".

Luego aseguró que "el costo para Argentina de no tener una monarquía asciende a 2,4 billones de dólares".

Consultado sobre cómo llegó a esa conclusión, explica que la diferencia de los ingresos per cápita de Argentina y Australia (una monarquía constitucional) asciende a 60 mil dólares (5 mil en el caso Argentino y 65 mil en el caso Australiano) y que si esa diferencia se multiplica por la población argentina (40 millones de personas), se arriba a esa astronómica cifra.

Cuando se le apuntaron los hechos de corrupción en los que estuvieron involucrados distintos miembros de la familia real española e inglesa, entre otros, Carosini aseveró que “no fueron miles de actos de corrupción, ni cientos ni decenas, fue sólo uno", y aclaró que se trata de "6 millones de euros", aludiendo específicamente al caso del yerno del rey, Iñaki Undargarín (esposo de la Infanta Cristina), a quien tachó como "un trepador que utilizó el prestigio del rey".

Por último, consultado sobre los criterios de elección de un eventual primer monarca para Argentina, señala que éste debería ser elegido "con un sistema completamente práctico, el que mejor convenga, y después de un debate sobre los intereses de la Nación Argentina".

Carosini viajó a Holanda cuando fueron entronizados los reyes Guillermo y Máxima, y exhibe las fotos del evento en un grupo de la red social Facebook en el que intenta propagar sus ideas.

Fuente: Télam