Atlético Rafaela y Central ofrecieron un empate lleno de matices. Que tuvo, en 90 y pico de minutos, de todo y para todos. Emociones, polémicas y mucha intensidad.
 

Hasta el gol de Atlético (a través de un penal que Ferrari, a todas luces, cometió), todo venía tranquilo. Pero a Bastía se le salió la cadena, algo le dijo a Delfino y este lo echó sin miramientos. Eso calentó el partido hasta el final.

Sobre el final del primer tiempo, llegó lo inesperado: desde la tribuna local bajó como un dardo un rollito de papel cerrado que impactó de lleno contra el pecho del árbitro Delfino. Esto seguramente expondrá al club local a una sanción, como le pasó a Central con Alfaro.
 

La acción más lúcida de la tarde la aportó Marco Ruben, el único goleador del campeonato. Al inicio del complemento, el 9 centralista se despachó con una definición de taco que le dio el empate decisivo a la escuadra de Coudet.
 

Si faltaba una polémica, la misma llegaría sobre el final: un tiro libre de Cervi, tras falta a Niell, iba directo al arco pero en el camino se cruzó un brazo de un defensor local. Delfino la cobró… pero fuera del área, cuando claramente el futbolista rafaelino se hallaba dentro del área grande. Era penal. Fue tiro libre, y nada pasó.

Ganó la Reserva

El día había comenzado bien para Central: la Reserva ganó 3 a 0 su juego con Atlético y sumó así su segundo éxito consecutivo.