Fue este martes, poco después de las 19. Un hombre que pasaba por la vereda en es emomento, hablando por celular, pudo esquivar a los saltos los trozos de ladrillos y cemento que empezaron a caer desde unos tres metros de altura.
El jardín Sol había cerrado no mucho antes. En declaraciones que publica el diario La capital, la dueña del establecimiento contó que estaba en su casa que un vecino la llamó para avisarle lo que había pasado.
El tendido que arrastró las língas de trole está fijado al parapeto (terraplén corto o baranda de cierre de terraza) de la construcción. Así, la presión provocó la caída de la pared de 50 centímetros de altura en una extensión de 8 metros aproximadamente.
Mariela Minozzi, la dueña del jardín, estaba indignada con la actiud del chofer: "Arrancó todo, el conductor volvió a instalar la linga y se fue manejando".
Al principio, los referentes del lugar creyeron que el cable era de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), pero operarios de la firma lo negaron.