Pero segundos después, ocurrió un suceso que pudo haber desembocado en la suspensión del partido: desde una tribuna, cayó un proyectil que impactó en la cabeza de Agustín Orión.
Producto del impacto, el guardameta xeneize sufrió un corte que le provocó pérdida de sangre sobre el parietal derecho. Si bien nunca perdió el conocimiento, al principio parecía muy sentido pero rápidamente se recuperó.
El encuentro se jugó gracias a la buena voluntad del jugador de Boca, pero el club ahora quedó expuesto a una sanción de parte de la Conmebol.