No quedaron casi rastros de la casilla de Juan Canals al 2552 en la que, hasta esta mañana, vivían Claudia, su pareja Carlos y sus cuatro hijos: una nena de 10 años, un nene de 7, otro de dos y una bebé nacida el miércoles. El humilde hogar estaba constituido por dos piezas y una cocina. "Se prendió fuego todo en apenas un rato. Mi hija había encendido una vela para iluminar la pieza mientras cambiaba a la bebé, después salió y se ve que cayó cerca de la ropa y tomó enseguida. Por suerte logramos sacar a la nena entre el humo y nadie salió herido", comentó Teresa Arce, abuela de la beba.
El ángel guardián de la beba fue su tía Mónica, quien llegó a visitar a la recién nacida y a su mamá, quienes habían sido dadas de alta ayer del hospital. "Vio mucho humo y se dio cuenta de que algo pasaba, entonces sacó a la beba de la casa, de la que ahora no queda nada", explicó Teresa. Una vez que los bomberos apagaron el fuego y la policía llegó al lugar, un médico revisó a la nena y aseguró que estaba en perfecto estado.
Si bien fue una desgracia con suerte, ya que nadie salió herido, la familia perdió en el incendio todo lo que tenían. "Salieron con lo puesto. No tienen nada, quedó todo destruido. Mi hija vende cosméticos pero recién dio a luz, y el marido hace changas cuando puede. No saben cómo recuperar lo poco que habían logrado tener", lamentó Teresa. "Ahora se están quedando con la mamá de él pero no tienen lugar, acá tampoco porque somos un montón, no sabemos cómo hacer", aseguró la mujer, quien hizo un pedido solidario a quienes puedan colaborar (461-8339 ).