Según publica la revista The Daily Star, Amanda Flowers, de 24 años, se habría dañado un nervio reproductor y habría desarrollado el “síndrome de excitación sexual persistente”, una disfunción que erradica la saciedad sexual.
"Como no tengo cura debo intentar controlar mi pasión respirando profundamente. Espero algún día encontrar un hombre que me pueda satisfacer", confesó Flowers.