Todo comenzó cuando Maria Fabiana de Lacerda Furtado, de 18 años, se fugó de su casa para irse a vivir con su novio a Belo Horizonte. Como no regresaba, y la familia no tenía idea de a dónde había ido, sus hermanas la buscaron en todos los hospitales hasta que reconocieron el cuerpo de una muchacha baleada.
Cuando Maria Fabiana intentó volver a su casa, sus familiares no la dejaron entrar, horrorizados pensaban que estaban ante un fantasma. Adriana, una de las hermanas, justificó el error: "La mujer muerta era idéntica a ella. Ambas tienen la misma cicatriz en la misma ceja".
Por su parte, el detective Josemar Sperandio señaló que "judicialmente, Maria Fabiana está muerta. Ella tendrá que ir a la justicia para anular el certificado de defunción".