Rosario vivió una jornada inolvidable este sábado. La largada simbólica del Dakar fue una fiesta multitudinaria que invadió el Monumento y se prolongó por toda la costanera, bajo un sol a pleno. A eso se sumó la mirada de más de mil millones de televidentes del mundo entero por ser la ciudad anfitriona del rally 2014, cuyos pilotos partirán este domingo hacia San Luis y culminarán el 18 de enero en Valparaíso, previo paso por Bolivia.

Desde temprano, cientos de miles de rosarinos y turistas se volcaron al Monumento y la costanera para acompañar al punto inicial de la 35ª edición del rally más famoso del planeta, que pasa por Sudamérica por sexta vez. Al pie del mástil mayor se ubicó la rampa, por donde estaba previsto que pasen las 174 motos, 147 autos, 70 camiones y 40 cuatriciclos.

Allí iniciaban un recorrido plagado de entusiasmo, pasión y comunión con la multitud que se reunió junto al Paraná. No fueron pocos los que pasaron la tarde en los balcones de los edificios que dan al río. Entre los rugidos de los motores, los pilotos hicieron piruetas, flamearon sus banderas y hasta frenaron para sacarse fotos, fundamentalmente con los más chicos.

Los primeros en bajar del podio fueron los conductores de cuatriciclos y de las motos. Entre ellos, David Tieppo, corredor de Casilda, dijo estar "muy feliz" y prometió "dejar todo para llegar al final de la carrera". Más tarde llegó el turno de autos y camiones. Las figuras de todas las categorías fueron apareciendo sobre el final, pero todos por igual despertaron la admiración de los espectadores.

El rosarino Daniel Marrochi fue uno de los más aplaudido sobre la rampa y en el recorrido por la avenida Belgrano, hasta el final de la avenida de la Costa. Se mostró emocionado al mundo por las transmisiones de la TV Pública y Fox Sports y, ya dentro del Buggy con el que buscará completar los nueve mil kilómetros, recibió el saludo del gobernador Antonio Bonfatti.