Pensión F., que así se llama la obra, ha generado una amplia polémica en Austria y ha sido vapuleada por las publicaciones sensacionalistas, que la acusan de hacer comedia del terrible cautiverio de 24 años que sufrió Elisabeth, la hija de Fritzl en la localidad de Amstetten.
Tanto, que los agentes policiales vigilaron el lunes el estreno, debido a las amenazas de muerte que han recibido los organizadores del montaje.
La expectación fue enorme y hasta 50 medios de comunicación internacionales acudieron a la primera representación de la obra, cuyo objetivo es precisamente denunciar el tratamiento de la prensa al caso Fritzl.
"Se araña en algo que es una herida de la sociedad", declaró a la televisión pública ORF Hubsi Kramar, coautor de la pieza, al explicar el interés generado.
Kramar, un conocido artista de la escena alternativa vienesa, insistió en que la obra en ningún caso pretende ridiculizar a las víctimas, sino denunciar como los medios pueden presentar niños maltratados para obtener beneficios.
"Las víctimas logran cuotas" (de audiencia) es uno de los eslóganes de un montaje teatral, que mezcla números musicales con proyecciones y actores reales para crear la "sátira mediática definitiva", según sus creadores.
Además, la pieza es crítica con la sociedad y la política austríaca y analiza descarnadamente la violencia familiar y mediática.
Josef Fritzl, acusado de asesinato, incesto, violación y esclavitud será juzgado a partir del próximo día 16 de marzo.
El proceso ha generado tantas expectativas que más de un centenar de medios de todo el mundo han solicitado una acreditación para cubrirlo.