Es que si para cualquiera recibir una invitación a un casamiento suele ser motivo de alegría –por los novios y por uno, que se prepara para comer bien y bailar– para Caballero y Fontán Palestra –miembros de la alta sociedad porteña– se ha convertido en incómoda rutina.
En una nota que hoy publica el mismo diario, Adolfo, de 66 años, y Ana Caballero, de 65, explicaron que no es que tienen uno o dos casamientos por año: el promedio es de dos por mes.
La semana pasada les llegó una nueva invitación, y Adolfo decidió publicar el aviso.
Los casamientos son “lindos y divertidos para los más jóvenes que se quedan bailando hasta las 5; pero nosotros, a nuestra edad…... Al día siguiente estoy cansado, y casi no me puedo mover cuando voy al club a jugar al tenis", relató Adolfo a La Nación.
Acá, en Rosario3.com, algunos miembros de la Redacción que gustan de la buena comida y las noches interminables se plantean publicar otro aviso: “Estamos dispuestos a ocupar los lugares que dejan libres Adolfo y Ana”.