La enfermedad celíaca, un trastorno digestivo que vuelve a la gente intolerante a la proteína del gluten, presente en el pan, cereal, pasta, galletas, cerveza y otros alimentos que contienen trigo, cebada o centeno podría verse superada a partir de este hallazgo que permite nuevas maneras de diagnosticar, prevenir y tratar la enfermedad.
La investigación, publicada en la revista Science Translational Medicine, da una nueva esperanza a los pacientes y sus familias.
"La dieta sigue siendo el único mecanismo que tienen estos pacientes para controlar la enfermedad", dice la doctora Cecilia Castillo, médico pediatra y nutrióloga del Centro Clínico y Metabólico de Santiago. Es decir, evitar de por vida los alimentos con gluten.
Jason Tye-Din, del Instituto de Investigación Médica Walter and Eliza Hall, en Parkville (Australia), y sus colegas elaboraron un "perfil" de las respuestas inmunes de 244 voluntarios con la enfermedad celíaca -australianos y británicos-, lo que lo convierte en uno de los estudios más grandes sobre el tema.
La idea era identificar los péptidos tóxicos del gluten, es decir, las moléculas que componen los bloques de proteínas y que causan la enfermedad. Éste ha sido uno de los principales objetivos de los estudios realizados desde que, hace 60 años, fuera identificado el gluten como la causa ambiental de este trastorno.
A través de un algoritmo evaluaron miles de péptidos en pacientes que comieron trigo, cebada y centeno durante tres días para activar su respuesta inmune al gluten. Así lograron establecer que de 16 mil componentes que tiene el gluten, sólo tres eran responsables de la enfermedad.
A partir de eso, los investigadores han diseñado un fármaco inyectable con dosis muy leves de cada uno de los tres componentes. La idea es exponer al sistema inmune de los pacientes a dosis regulares, pero pequeñas, de los alergenos culpables para que el cuerpo pueda gradualmente acostumbrarse a ellos.
"Esto permitiría crear una terapia altamente personalizada de modo que ya no se necesite atacar a todo el sistema inmune", dijo Robert Anderson, otro de los investigadores.
Cuando una persona celíaca ingiere comidas que contienen gluten, su sistema inmune genera una reacción que daña el revestimiento interno del intestino delgado, impidiendo la absorción de vitaminas, minerales y otros nutrientes de la comida.
"Los síntomas típicos son baja de peso, distensión abdominal, diarrea, anemia, fatiga; en la mujeres se producen abortos a repetición o altera su fertilidad; en niños afecta su crecimiento", precisa la especialista.
Con el tiempo, la incapacidad de absorber las cantidades apropiadas de nutrientes va generando alteraciones en el organismo, a nivel del cerebro, el sistema nervioso, los huesos, el hígado y otros órganos.
Fuente: El Mercurio