Los vecinos afectados por las obras en construcción compartieron sus experiencias y decidieron reclamar controles a la Municipalidad. El encuentro tuvo lugar en la asociación civil La Comuna, de 27 de Febrero 716, donde a instancias de concejal Carlos Comi (ARI) alrededor de 40 vecinos se reunieron para relatar lo que padecen a causa de la edificación de grandes moles de cemento en terrenos linderos a sus casas.

“Los daños que sufrió mi casa fueron muchos", dijo Mercedes Muñiz, quien vive en Jujuy 1.466 detrás del polémico edificio que supera la altura establecida por el municipio y cuya ejecución se encuentra suspendida hasta que se expida la Justicia. “Han provocado rajaduras en las paredes, además de un olor nauseabundo, ya que perforaron conexiones cloacales sin tener en cuenta que allí vive gente desde antes que ellos llegaran”, protesta Mercedes.

Además, su vivienda, al igual que tantas otras que imprevistamente vieron desembarcar excavadoras, hormigoneras, palas mecánicas y un sinfín de albañiles trabajando a cualquier hora, se ve desvalorizada por la falta de intimidad que tendrá una vez que el edificio hoy en construcción sea habitado. “Todos los balcones dan al fondo de mi casa, así que ya no hay más privacidad para nadie”, se queja Mercedes y pide a los funcionarios que hagan algo para controlar.

El caso de Yolanda Perrone es similar: vive en Jujuy 343/45 y al lado están construyendo un edificio de doce pisos. “Desde que comenzaron a excavar y a golpear, mi casa se llenó de grietas, además de tener que soportar semejante bloque pegado a mi casa que la dejó sin aire y sin luz”, explica Yolanda quien aunque quisiera vender su casa (declarada patrimonio histórico de la ciudad) no podría hacerlo con tanta facilidad porque a raíz de la nueva construcción con quien comparte la medianera, perdió parte de su valor económico y su atractivo.

A los testimonios de los particulares, se sumaron los de comerciantes que reclaman por los perjuicios que las maniobras de personal poco experimentado han causado en sus negocios. Tal el relato del dueño de un bar ubicado en avenida Pellegrini al 1.800, que contó el riesgo al que se sometió un cliente del negocio que vio cómo en la pared sobre la que estaba apoyada su mesa, asomó, procedente de la obra en construcción vecina la mecha de un taladro.

Para Carlos Comi, presente en el encuentro, a partir de ahora procederán a estudiar la reglamentación vigente para delimitar la responsabilidad empresarial y acrecentar los controles municipales. “Se formará una comisión que solicitará una audiencia a la secretaria de Planeamiento del municipio, Mirta Levin, y al director general de Obras Particulares, Eduardo González, para avanzar juntos en una estrategia regulatoria”, afirmó el edil.

En tanto, los vecinos volverán a reunirse en La Comuna el miércoles 6 de marzo, a las 18.30, para evaluar la continuidad del trámite.