Rusia tensó más la cuerda de su actual disputa con Estados Unidos al anunciar que desarrollará maniobras militares con Venezuela en aguas del Caribe, a kilómetros de las costas estadounidenses y en una zona que Washington consideró habitualmente como la puerta a su propio "patio trasero".

La decisión del Kremlin fue considerada entre los analistas de Defensa como un paso más en la voluntad del Kremlin de discutir la hegemonía norteamericana. Es que el anuncio se produce en un contexto de tensiones entre ambas capitales por la creciente presencia de buques de guerra de la OTAN cercas de las costas rusas del Mar Negro. Moscú negó que su decisión puede asociarse con la reciente guerra de Georgia, en la que los rusos quedaron virtualmente solos ante la condena mundial, y con el avance cada vez mayor de Occidente sobre países que integraron el desaparecido imperio soviético.