Francisco “El Pelado” Lapiana comenzó a mencionarse con insistencia en los medios locales y nacionales a partir de la irrupción del delantero Ángel Correa en San Lorenzo de Almagro. Este “descubridor de talentos” del barrio La Granada aparece en las escuchas telefónicas que utilizó la Justicia en la causa de Los Monos, la más importante de los últimos años en Rosario.
Vinculan el pase de Banega con testaferro de Los Monos
Un informe televisivo mostró las conexiones de Francisco Lapiana, descubridor del ex futbolista de Newell's, con la organización narco de Las Flores. Se registraron imágenes del volante jugando en la cancha de barrio La Granada, en la que se pintó el mural del asesinado “Pájaro” Cantero
Un informe televisivo que el canal porteño C5N presentó como “Narcofútbol”, dejó en evidencia las conexiones del descubridor de Ever Banega y la banda delictiva de la zona sur de Rosario conocida como Los Monos. Allí se puede ver y escuchar a
Francisco Lapiana, quien está señalado como testaferro de la familia Cantero y actualmente guarda prisión domiciliaria por lavado de dinero. El video tiene una perlita: las imágenes de Banega jugando en la canchita que es propiedad de la banda narco en el extremo sur de Rosario y que pasó a la fama por tener pintado en uno de sus muros el rostro del “Pájaro” Cantero, el líder de la banda asesinado en la madrugada del 26 de mayo de 2013.
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En este informe que presentó el periodista Mauro Federico, se escucha a Lapiana hablando por teléfono con el ahora prófugo Ramón Machuca (alias Monchi Cantero) sobre un supuesto pase del futbolista Fondacaro a Norteamérica: “Yo le expliqué que estoy a media con vos”, dice.
Mauro Federico explicó detalles de la investigación en el programa A Diario (Radio 2) que conduce Alberto Lotuf. "Fuimos a Rosario a hacer un informe sobre el estado de las calles en Rosario con la presencia de Gendarmería y nos encontramos con Ever Banega jugando un picado en la cancha de Los Monos. De ahí se desprendió todo el trabajo, que nos llevó a hablar con este personaje que es Francisco Lapiana", describió.
El periodista golpeó la puerta de la casa de Lapiana y éste lo atendió. Cuando fue consultado sobre la pena que está cumpliendo, expresó: “Es porque uno de Los Monos me llamó para preguntarme por Correa”.
El Pelado admitió que conoce a los Cantero “del club Alianza Sport”, pero dijo que no tiene “ninguna sociedad” con esta organización delictiva. Pero luego hizo una afirmación temeraria: “Yo no defiendo a Los Cantero, pero nunca los agarraron con nada, si tenían todo comprado”. Y remató: “Acá el que se muere es el que no cumplió, y yo no les debo nada. Yo puedo estar diez años en cana pero no voy a abrir la boca, acá el problema es el bocón”.
Lapiana fue imputado en la causa que lleva adelante el juez Juan Carlos Vienna y fue condenado a prisión morigerada por lavado de dinero, que cumple en su domicilio del sur rosarino. El informe incluye el testimonio de este intermediario, quien reconoce ser dueño de un porcentaje de los derechos económicos de Correa -transferido a Atlético Madrid, donde se le detectó un problema en el corazón-, de Ever Banega y de Guillermo Ortíz, el joven defensor de Newell´s.
Vale destacar que a estos futbolistas no se les encontró vinculación alguna con la familia Cantero. Son jugadores surgidos en los clubes de la zona sur de Rosario que fueron descubiertos y reclutados por el Pelado cuando eran muy pequeños. Lapiana confesó que es dueño de los pases de más de 120 futbolistas.
La frutilla del programa fue la imagen de Ever Banega jugando un picado en la cancha que Los Monos construyeron en La Granada y que tiene como fondo un mural del “Pájaro” Cantero. El mediocampista fue a jugar con sus amigos un partido a beneficio un par de días después de ser desafectado de la selección que se preparaba para viajar al Mundial de Brasil.
En 2008, cuando Banega fue transferido de Boca a Valencia de España por 26 millones de dólares, Francisco Lapiana presentó en la Justicia documentación que supuestamente lo hacía propietario del 20 por ciento del pase del mediocampista. Reclamaba 5.200.000 dólares por un supuesto convenio que el jugador había firmado con él. La demanda nunca prosperó, pero a Boca sólo ingresaron 15 millones de la totalidad de la venta.