Walter Álvarez, presidente de la Asociación, remarcó que la exposición pretende convertirse en un atractivo turístico para la ciudad y destacó su carácter cultural y educativo para la difusión de un aspecto de la identidad cultural nicoleña que hasta el momento permaneció olvidada.
Por su parte, el intendente municipal, Marcelo Carignani, anunció el proyecto de dotar a la ciudad de un sector destinado a actividades vinculadas a la preservación del patrimonio.
La exposición permanente del vino nicoleño tiene como objetivo rescatar la historia de la vitivinicultura de San Nicolás. Se compone de una muestra fotográfica y de objetos y maquinarias utilizadas en las viejas bodegas. Funciona en la sede del Ente Mixto de Promoción Turística (Morteo 55, Terminal de ómnibus) y pertenece a la Asociación amigos de la historia del vino nicoleño, fundada con el objetivo de difundir la importancia cultural y económica que la industria bodeguera tuvo para la ciudad.
Durante 100 años, 55 bodegas, produjeron más de 11 millones de litros de vino, provenientes de 1200 hectáreas de viñedos, cultivados por 403 quinteros.
Las primeras experiencias datan del año 1886, cuando un grupo de inmigrantes europeos importaron desde Uruguay cepas con las que generaron una industria inimaginable. A pesar de que el clima nicoleño no reúne las mejores condiciones, tres generaciones se impusieron a todas las adversidades y elaboraron vino hasta 1986.