Después de tres días de relativa calma, la ciudad mexicana de Oaxaca ha vuelto a ser escenario de enfrentamientos entre manifestantes y policías que dejaron más de 20 heridos leves, entre ellos varios agentes y periodistas.

Como parte de la intervención iniciada el fin de semana pasado por orden del presidente del país, Vicente Fox, la Policía Federal Preventiva (PFP) desplegó este jueves a centenares de efectivos en las inmediaciones de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), uno de los últimos reductos de los sectores alzados.

En las calles que rodean el centro universitario, los policías recibieron una lluvia de pedradas y cohetes cuando intentaron quitar las barricadas de los manifestantes.

La PFP lanzó gases lacrimógenos y chorros de agua a presión desde los vehículos antidisturbios contra decenas de jóvenes con los rostros cubiertos, a los que respaldaron otras personas.

La confrontación se propagó a dos zonas cercanas a la universidad, que quedaron cubiertas por el humo de los neumáticos y vehículos quemados por manifestantes.

Varios fotógrafos y policías resultaron levemente heridos por las esquirlas de clavos y otros objetos metálicos de los petardos lanzados contra las fuerzas del orden.

El fotógrafo del diario mexicano El Universal, David Jaramillo, quien sufrió un corte, fue trasladado a un centro médico por uno de los helicópteros de la PFP que desde hace días sobrevuelan la ciudad como parte del dispositivo policial.

También fueron atendidos en centros de salud los reporteros gráficos de la revista Proceso, Miguel Dimayuga, y de la oficina de prensa del gobierno de ese estado del sur de México, Jorge Brindis, informó El Universal en su página web.

El servicio médico de la parroquia de Siete Príncipes, en la misma zona de la ciudad, informó de que una veintena de personas llegaron allí para recibir asistencia médica.

Los policías, que al parecer no tienen orden de reprimir a los manifestantes, recurrieron a las piedras para responder a los ataques.

El rector de la Universidad, Francisco Martínez Neri, ha condenado la acción de la PFP y apeló a la autonomía universitaria para exigir al Gobierno Federal que no entre a ese centro educativo.

La Secretaría de Seguridad Pública negó en un comunicado que la intención del operativo fuera esa, y explicó que solamente pretendía despejar las vías aledañas.

Desde que llegaron a Oaxaca, las fuerzas federales han logrado hacerse con el Zócalo (plaza principal) y varios edificios públicos que estaban en poder de los alzados, además de eliminar las barricadas de muchas zonas de la ciudad.