Ya eran 26 las escuelas que este miércoles no dictaban clases en Rosario. Entre las más afectadas se encuentran las que están en el complejo Pedro de Vega, las de la zona de Empalme Graneros y el complejo Gurruchaga. Esta última institución mañana convoca a los padres a una asamblea a partir de las 7.30 para definir como seguir con el cursado de clases.

De los 500 alumnos de primaria del complejo Gurruchaga hoy solo asistieron 48. En tanto, de las siete aulas destinadas para ese nivel cuatro fueron cerradas a causa de la lluvia.

Hasta ayer, el Ministerio de Educación había decidio suspender las clases en al menos ocho escuelas a causa de los estragos que causó en los edificios el temporal de agua. Entre otros problemas, las autoridades de los colegios deben enfrentar paredes electrificadas, techos rotos, aulas inundadas y sistemas eléctricos colapsados. Para solucionarlos, se necesitan alrededor de un millón de pesos que el Estado provincial debería desembolsar pronto para evitar la pérdida de más días de clase.

Además, muchos alumnos y docentes viven en zonas anegadas de las que no pueden salir para concurrir a clases. Hasta la sede local del Ministerio fue evacuada esta mañana por el ingreso del agua en las oficinas. Algunos establecimientos serían usados como centros de evacuados.

Sin embargo, la cifra de escuelas que no dictan clases ya ascendió a 26 y hasta que no cese la lluvia prometen no abrir sus puertas.

La pedrea del 15 de noviembre último dejó un saldo crítico en las escuelas de la Región VI, donde el temporal provocó estragos. Muchas instituciones con edificios antiguos vieron ceder sus techos y dejaron al descubierto sistemas eléctricos obsoletos que debieron ser reemplazados antes del inicio del presente ciclo lectivo.

Algunos directores de escuela consiguieron que las partidas presupuestarias llegaran a tiempo, para encarar las grandes obras que necesitaban, pero otras sólo pudieron cubrir los sectores más afectados con paliativos que cedieron ante el primer temporal fuerte.

Escuelas afectadas

El Complejo Francisco de Gurruchaga, ubicado en Salta e Iriondo, cuya comunidad educativa aguarda la construcción del nuevo edificio se vio dañado por la lluvia. Se suspendieron las clases en el nivel primario por la cantidad de agua acumulada y en el secundario, que funciona en Salta y Cafferata, todavía hay paredes electrificadas en el edificio y por esto no hubo actividades ni la habrá este miércoles.

En situación similar, pero con arreglos de menor envergadura, debieron suspender las clases la escuela República de México, de Gurruchaga y Warnes con techos rotos; la Nº 824, de Salvat al 1.100, con paredes electrificadas; la Nº 6.397 situada en bulevar Rondeau al 3.900, con aulas inundadas; la escuela Nº 1.254, de Superí al 2.400, donde explotó la caja de luz, a causa de la humedad y quedaron sin energía eléctrica, la escuela Nº 127 de Granadero Baigorria, donde los techos no resistieron la violenta caída de agua, la Nº 6408 de Roldán y la Nº 116 Provincia Santiago del Estero, de avenida de los Trabajadores 1129 .